jueves, 24 de febrero de 2011

UN SUEÑO DE BOLYWOOD: LA DELIRANTE CASA JUDIA EN VALENCIA


El otro día, al pasar por la calle Castellón, sufrí un shock. Perplejo, pensé que algún pintor de fachadas, en un arranque apasionado, había decorado las paredes de esta finca hasta el delirio. Intrigado, indagué más. Descubrí que al edificio se le conoce como la "Finca Judía", que es obra de un arrebatado hijo de Sueca: Joan Guardiola Martinez y que tiene bastante "familla" entre los culturetas de nuestra ciudad.

Nacido en 1895, Joan Guardiola estudió arquitectura en Barcelona, donde montó su primer despacho. Sin embargó allí su trabajo no fue muy apreciado.Su obra más importante en esta ciudad es la "Casa Mora" que os ofrezco abajo. En general, su estilo es indescriptible. Se podría definir como decó, con influencias egipcias, hindúes y babilónicas. En cualquier caso, imaginación y color no le faltaba. Lo que desconozco es si a los vecinos de la finca no les afecta algo el vivir rodeado de semejante eclosión colorista.
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De lo que no me cabe duda es que este hombre, en el Miami de los años 30 o en el incipiente Hollywood, habría encontrado su sitio. Un talento así habría sido reconocido y sin duda llevado a lograr los delirantes resultados que sus obras de aquí prometían. Sin embargo tuvo que moderarse y realizar trabajos de tipo medio por varias localidades de la Ribera: el Ateneo de Sueca, varios cines, etc.

En la "Casa Judía", desarrolla su imaginación en la parte superior de la finca y sobre todo en la vivísima policromía  que sin ningún recato, cubre la fachada entera. Me he prometido que en cuanto pueda, me cuelo dentro y hago un reportaje de su interior.

Ya lo veréis...

"Casa Mora", en Barcelona

Detalle del primer piso d ela "Finca Judía". Observad el estilo "neoasirio" de las columnas. 
Detalle de la decoración

Ateneo de Sueca, obra peculiar del mismo autor.
                                                          JOSE PAYA ZAFORTEZA

martes, 22 de febrero de 2011

AQUÍ TAMBIÉN TENEMOS NUESTRO MALASAÑA

Durante la semana pasada se ha celebrado en  Malasaña, Madrid, un festival, por el que más de 70 graffiteros de toda Europa han decorado los cierres y persianas de comerciantes del barrio. Si a estos no les convencía el resultado, se les volvía a ofrecer la posibilidad de una nueva pintura.  Sin llegar a ese grado de organzación, la decoración de cierres es muy habitual en Valencia. Como muestra, hoy os ofrezco una selección de cierres  pintados, que se encuentran por el centro de la ciudad.  

Los animales parecen estar más contentos en esta clínica veterinaria.


Obviamente, "Taconcitos" es una zapatería en el Barrio del Carmen de Valencia.

Magnífico el cierre de este restaurante de la calle del Mar. Toda una invitación y promesa de  momentos placenteros.


Este karaoke eligió la imagen de Juan Bau, una leyenda de la música valenciana de los años 70

Auto retrato indescriptible

Austeridad y elegancia: peluquería Elite.

¿Que te pareix?

Una de las puertas de garaje más imaginativas e irónicas que he visto.

Dos obras más de Julieta.

Se trata de una tienda de cosmética natural.

Añadir leyenda

Una sastrería

Hasta algo tan tradicional como las tiendas de ropa y complementos de valenciana se apuntan al grafitti mural. 

Se trata de una tienda de cerámica y souvenirs.


¿La peluquería de los Dalton?

viernes, 18 de febrero de 2011

LA VERDADERA Y CURIOSA HISTORIA DE "EL CORTE INGLES", DE VALENCIA


El Corte Inglés, en la calle  Pintor Sorolla.
Recuerdo el efecto casi mágico, que siendo niño, nos causó la apertura de El Corte Inglés en Valencia. Aquello era un territorio nuevo y luminoso, repleto de tentaciones, donde todo era atrayente. Uno podía pasar una deliciosa mañana de sábado, hojeando libros sin fin y luego pasear por los puestos de los "hippies" del Parterre.

Lo que  yo desconocía era que aquel templo del placer consumista, se había edificado a costa de merendarse buena parte de nuestra memoria histórica y patrimonial. En 1970, Cuando llegó el momento de instalarse en Valencia, el Corte Inglés compró todos los edificios que conformaban la manzana, ocupada principalmente por el Convento de Santa Catalina de Siena. Este era un de los pocos conventos que quedaban, de los muchos con los que contó la ciudad .

En aquella época, el grado de concienciación sobre el valor del patrimonio era escaso, el derribo de edificios históricos frecuente y la idea de transformar el centro de la ciudad en un aglomerado de modernos edificios, una pretensión aplaudida por buena parte de los habitantes de la ciudad.

Vista del actual emplazamiento de El Corte Inglés. En la parte superior, se aprecia todo el convento desaparecido y el Palacio del marqués de Castellfort, aun existente.
El Corte Inglés procedió al derribo del convento, salvo la iglesia, que fue trasladada al barrio de Orriols  junto al estadio del Levante. El convento databa del año 1491 y se había levantado sobre el cementerio judío, ya que toda esa zona correspondía  la antigua judería. Sin embargo, durante la excavación de los cimientos, no consta que se hiciera prospección arqueológica alguna (ningún constructor las hacía en aquella época) y probablemente lo que se encontró, que debió ser mucho, fue ocultado o desechado.
La modesta fachada de la iglesia del Convento.
La iglesia, durante el proceso de montaje en el nuevo emplazamiento.

Otra vista de la iglesia, ya recién instalada en su nueva ubicación de Orriols.

Vista de la iglesia, todavía encajonada entre las construcciones conventuales. Al fondo se ven las torres de viviendas de la zona  de Croniista Carreres, recién edificadas sobre otro resto histórico: la Ciudadela y  las últimas murallas.
Sobre como era el convento no tenemos muchos datos, pero presumiblemente debía de ser de construcción modesta. Contaba con un par de claustros y algunas dependencias interesantes. Solo quedó la iglesia, que como ya hemos dicho, se desmontó y "trasplantó", con todos los traumas y pérdidas que acarrea esa operación. Hoy se encuentra en la calle Santiago Rusiñol, en el número 28.

La iglesia en su nueva ubicación.
Sin embargo, no todo lo que estuvo a punto de perderse, desapareció.  Pese a todos sus intentos, El Corte Inglés no logró hacerse con el palacio del Marqués de Castellfort, imprescindible para completar la manzana original prevista para el centro.  La familia  propietaria del mismo, se negó con terquedad a venderlo, resistiendo a todas las presiones y ofertas que los grandes almacenes pusieron encima de la mesa.  Afortunadamente, el esplendido edificio se salvó.

Vista actual de el palacio del Marqués de Castellfort
Su permanencia  obligó a un retranqueo del centro comercial, que  les debió de sentar como una patada a los directivos de la empresa. Pero ahí sigue, eso si, un poco encajonado por la mole de El Corte Inglés. Os adjunto unas cuantas fotos del edificio. La fábrica original es del S. XVI, aunque sufrió grandes modificaciones en 1905 y en 1928. En su interior todavía se conservan arcos renacentistas. Desde luego, lo más señalable es el magnifico zaguán, la escalera y la soberbia vidriera que la cierra por arriba. 
Encaje del palacio con el centro comercial. Observad la pared pintada con trampantojos simulando ventanas.
Buena prueba de la esplendidez del edificio son las dos notarías que con mucho tino, lo han escogido para instalarse.

Una vista del portón, con el blasón nobiliario.

El zaguán, con una bóveda de crucería revestida con decoración. 

Arcos renacentistas integrados en el patio de la escalera.

Conjunto de la escalera, con otro arco renacentista al fondo.  Esta zona se encuentra en proceso de restauración.
Os he de pedir disculpas por las deficientes fotos, tanto en calidad (hechas con móvil y poca luz), como por las obras que ahora mismo están en marcha y os impiden disfrutar de la vista del conjunto. Prometo que en cuanto acaben, colocaré un reportaje como se merece .

                                                       JOSE PAYA ZAFORTEZA

martes, 15 de febrero de 2011

LOVE LAND , EL IMPACTANTE PARQUE JEJU, EN SEUL

   

A medio camino entre el parque temático del sexo y un museo de escultura al aire libre, el parque ""Love land" en la isla de Jeju, cerca de Seul, no deja indiferente a nadie. Está claro que la relación de las culturas orientales con el sexo no está condicionada por los mismos tabus que sufrimos los occidentales. No quiero ni pensar el pollo que se formaría si una instalación como esta se montara en nuestra tierra. Con lo benéfico y estimulante que debe de ser el paseo para sus visitantes.

Desde la postguerra, Jeju es un destino popular de las parejas coreanas para pasar su luna de miel. Debido a la costumbre de los matrimonios concertados, poco a poco se fue desarrollando entre los empleados del hotel de la isla, ciertas habilidades para ayudar a romper el hielo inicial presente entre las parejas. Estas se encontraban  recién casadas, pero apenas se conocían. De aquí se derivó hacia la impartición de cursillos de relaciones sexuales y con el tiempo, la transformación de la isla en un renombrado centro de educación sexual.

El parque corresponde a la última iniciativa realizada en ese aspecto. Inagurado en 2004, tiene 140 esculturas realizadas por los alumnos de la escuela de arte de Seul. Eso sí, es necesario tener 18 años para acceder, aunque hay un servicio de guardería para atender a los menores.

Todo un detalle.











miércoles, 9 de febrero de 2011

ESPECTACULAR PASEO TRIDIMENSIONAL POR LA CAPILLA SIXTINA


Me han facilitado este enlace que permite realizar un paseo magnífico por el interior de la Capilla Sixtina. Si disponéis de un ordenador potente lo disfrutaréis mejor. Usar el ratón para moveros y la rueda del mismo para hacer zoom. Os encantará.

Como curiosidad, buscar en el borde superior derecho de la pared del "Juicio Final", justo en el arranque de la bóveda, el testigo que muestra el estado en que se encontraban las pinturas antes de su limpieza.

                                  http://www.vatican.va/various/cappelle/sistina_vr/index.html
                            

martes, 8 de febrero de 2011

LIFANTE: EL SORPRENDENTE Y DESCONOCIDO MUSEO DE LAS CAJAS REGISTRADORAS DE VALENCIA.

Aquí tenéis parte de la exposición
Lifante es una pequeña empresa de cajas registradoras de Valencia, que tiene la peculiaridad de contar en su tienda, con un pequeño museo propio sobre esta actividad. En él se pueden ver, pulcramente expuestas y ordenadas, una multitud de modelos de estos aparatos. Yo desde luego no se nada de cajas registradoras, ni nunca hasta ahora había sentido mayor interés por ellas. Pero desde hace un tiempo, esto ha cambiado.

De camino a mi trabajo, paso por allí un par de veces a la semana, y no puedo evitar quedarme parado en su escaparate. Con admiración infantil, me sorprendo contemplando esas compactas moles de metal bruñido, tratando de entender sus intrincados mecanismos,  botones, pulsadores y relucientes manivelas. 

Sus tripas y engranajes, me parecen de una complejidad sorprendente, imposible de penetrar para mentes obtusas como la mía. Atisbas  ingeniosos procedimientos de suma y conteo. Percibes que desde los modelos mecánicos más primitivos hasta el actual escaner y el código de barras, ha habido una prodigiosa evolución del ingenio humano, hasta ahora desconocida por mí. Para los que siempre hemos sido de letras e invariablemente suspendíamos en matemáticas mes tras mes, todo ello nos parece algo fascinante, admirable e inalcanzable.

Desde luego, si  la función de un museo es extender el campo del conocimiento y sembrar la inquietud por saber más, Lifante. con su modesta instalación, ha logrado en mí un éxito sin precedentes. Por eso os animo a dejaros caer por allí, para ver si os produce el mismo efecto. Cualquiera que quiera verlo no tiene más que dejarse caer por la Av. del Antiguo Reino de Valencia 88 o entrar en su página "www.lifante.org".

Tres bellezas juntas. Fijaros que cada una  tiene en su parte inferior un número de cajones diferente. Cada uno estaba adjudicado a un camarero distinto. La máquina se encargaba, según el número de camareros previsto.

¡Impresionante!

Todas las máquinas se conservan en perfecto estado de funcionamiento, ya que el dueño de la empresa, Emilio Lifante,las restaura personalmente con un mimo y una dedicación sin límites. Aquí tenéis un modelo con la caja en madera.

¿Quien no se siente fascinado ante esto? Como niños, dan ganas de meter los dedos por todos los botones.

Una reciente adquisición, que todavía espera en la trastienda las manos amorosas de Emilio.  Las máquinas se desmontan por completo, restaurandose tanto la parte mecánica como el armazón de la misma y el cajón de madera.
Partes de una máquina,desmontadas para su restauración.

Curiosamente, casí todas las máquinas que circularon por el mundo, se fabricaron en el mismo sitio: Dayton, Ohio (USA). Cada una se adaptaba a la moneda del país a la que fuese exportada.

Otra máquina, esperando ser restaurada. Se trata de una pieza con caja de chapa lisa,  menos valiosa que las de latón labrado,  pero siempre interesante para completar una colección.
En los modelos más antiguos, en vez de ruedas giratorias, los importes los señalaban unas tarjetas que emergían de la parte superior. 

Una preciosa American.

Esta máquina tiene la carcas en metacrilato, ya que era usada por la fábrica para mostrar el mecanismo de la misma.

Muchas máquinas las hemos visto funcionando en nuestra juventud.
Aquí tenéis lel local de Emilio Lifante, en  la Avenida del Antic Regne de Valencia 88.

Sinceramente, no os lo perdáis.

JOSE PAYA ZAFORTEZA