viernes, 16 de julio de 2010

EL JOVEN HITLER, PINTOR CALLEJERO

Semblanza y visión de su obra:



Antes de convertirse en un monstruo, Hitler intentó seriamente llegar a ser pintor profesional. En su juventud realizó estudios artísticos y en 1907 trató de entrar en la escuela de Bellas Artes de Viena, donde fue rechazado. Montó entonces con otro vagabundo, Reinhold Hansich un negocio de pintar y vender vistas de Viena a los turistas, que funcionó aceptablemente, ya que Hitler no carecía de talento artístico. Sin embargo, su propensión a la vaguería, hizo que la sociedad se disolviera en 1911. Entonces Hitler se dedicó a pintar para los fabricantes locales de marcos, que los vendían con un cuadro incluido y para una fabrica de sofás, que producía un modelo que llevaba insertada una pintura.

En 1913 se trasladó a Munich, para eludir el servicio militar austriaco. Allí sobrevivió vendiendo pinturas de puerta en puerta. Durante la guerra mundial, ya alistado en el ejercito, continuó pintando escenas e impresiones de los campos de batalla.



En su obra predominan los estilos tradicionales y el interés por la arquitectura y las vsitas urbanas. De hecho es muy raro encontrar figuras humanas en sus cuadros.Las acuarelas están inspiradas por las de Durero (salvando las distancias, claro está), aunque al final encontramos algunos cuadros de caracter expresionista, que nos llaman la atención.


Es una lástima que no tuviera más exito como pintor, porque igual la historia de Europa se habría escrito de forma diferente. Curiosamente, en sus comienzos, uno de los apoyos más firmes que tuvo fue de un comerciante judío.

Os presentamos aquí una selección de su obra:















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