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miércoles, 23 de diciembre de 2015

BROMAS EN LA PIEDRA ANTIGUA

¿Quién dice que en el S. XII no había sentido del humor? Mira estas esculturas y descubre todo lo grotesco e irónico que el Medievo y épocas posteriores han sido capaces de crear.Igualmente, sorprendete con las nuevas recreaciones que en antiguas catedrales hacen los canteros de hoy.

¿Quién dice que en el S. XII no había sentido del humor? Fijaros en esta arquivolta románica y ya me diréis. Es de lo mas simpático que nos hemos encontrado.

Las esculturas eróticas y escatólógicas de la Lonja de Valencia no tiene desperdicio. Parejas copulando, haciendo el 69, personas defecando, zoofilia, etc. Un catálogo completo de todos los vicios posibles con los que esta puerta pretendía dar escarnio a los observadores, que idudablemente obtendrían gran regocijo. 

Gárgola de la catedral de Salísbury. Sin comentarios
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Escultura del S. XII, que adornó la puerta Tossa de Milán, en la que una mujer muestra sus genitale sy sostiene lo que parec ser una especie de consolador



Sorprendente escultura en el edificio Woolworth de Nueva York
http://www.cookingideas.es/imagenes/2013/12/def44.jpg?d1aa2a
Dice la leyenda que esta gárgola fue una manera de protestar del escultor por el bajo sueldo que le pagó el arzobispado por su trabajo. El culete apunta en dirección a Londres



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Dos pícaros en disputa en est ménsula mediaval, que conserva toda su policromía y expresividad original.

El extraordinario "hombre verde" era un motivo habitual en la escultura inglesa mediaval.
http://www.cookingideas.es/imagenes/2013/12/gizmo.jpg?d1aa2a
Gremlin en la iglesia Chapelle de Bethleem, en Nantes, Francia


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Darth Vader, ubicado en la Catedral Nacional de Washington, EEUU
En este caso, se convocó un concurso para elegir que personaje debía de vigilar la entrada del templo. El elegido fue Darte Vader, por aclamación popular; y está instalado en la torre noreste de la catedral.


¿Extraterrestres antiguos? Se revela el misterio del astronauta de la catedral de Salamanca
El famoso "astronauta" de la catedral de Salamanca, fue añadido en una restauración de 1992. Al parecer existe la costumbre de incluir en cada restauración una referencia al mudo contemporáneo y en este caso s eelgió al astronauta.  

viernes, 20 de noviembre de 2015

¿SABES COMO SE RESTAURA LA SEDA SEDA Y ORO?

Dentro de la restauración de Patrimonio, el campo de la recuperación de tejidos es una especialidad aparte. Un mundo delicado y sutil, donde la paciencia, el saber hacer y la minuciosidad son parte indispensable del día a día.  Hay que pensar, que la simple luz (solar o electrica) y el contacto con el oxígeno del aire ya bastan para deteriorar los tejidos de forma irremisible.

Por eso he querido mostraros el vídeo sobre la última restauración de un estandarte realizada en nuestro centro. Se trata de un estandarte  de la Cofradía más famosa de Cartagena, los Californios y creo que os gustará. Es cortito y ameno, pero muy instructivo.  Ya me decís. Eso sí, el vído dura dos minutos, pero pensdar que la restauración se ha llevado 3 meses de trabajo.


jueves, 1 de marzo de 2012

LA LISTA DE LA VERGUENZA


La Cartuja de Vall de Crist en Castellón, incluida en la lista por peligro de ruina.

La lista de Hispania Nostra : el patrimonio arquitectónico español en peligro:

Hispania Nostra es una asociación sin ánimo de lucro, que desde 1976 vela por la salvaguarda del patrimonio arquitectónico español. Premia aquellas actuaciones que considera más afortunadas (Premios Hispania Nostra y Europa Nostra) y también mantiene una lista roja del patrimonio en peligro. Esta es actualizada por voluntarios y recoge los monumentos y conjuntos patrimoniales que se encuentran en peligro de desaparecer. Consultar esta lista es a la vez interesante y desalentador. Se puede buscar tanto por localización (Comunidad Autónoma), como por tipología (patrimonio militar, religioso arqueológico, etc)

Las Comunidades que salen peor paradas son Castilla y León (41), Castilla La Mancha (51), Andalucía (38) y Aragón (48). Las que mejor mantienen su patrimonio en relación a su extensión son el Pais Vasco, Cataluña, Galicia y las Baleares. Como se ve, otra vez la radiografía de la España sur y central (la España "pobre") contrastada con el norte y las periferias costeras (la España "rica")

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Palacio de los Escriva y Boil en Valencia, premiado por Hispania Nostra a la conservación del patrimonio 
También, para no señalar solo lo negativo, dentro de la lista hay una apartado (patrimonio restaurado  o en restauración) dedicado a aquello conjuntos que anteriormente figuraban en la lista roja y han sido recuperados o están en proceso.

De cada bien hay una pequeña ficha, en la que se le describe, se menciona su grado de catalogación o protección y el tipo de peligro a la que se enfrenta. En Valencia, llama la atención la inclusión de los Jardines de Monforte, a los que se considera amenazados por el proyecto municipal de derribar el muro perimetral que los resguarda y proporciona su carácter intimista y aislado. Es un recordatorio de que los riesgos no solo provienen de la dejadez y el abandono, sino muchas veces del excesivo afán "intervencionista", que acaba alterando y desvirtuando los bienes a los que supuéstamente se debía proteger (como muestra, el Teatro Romano de Sagunto).

El jardín de Monforte.

También mantiene en su lista al conjunto de alquerías de la huerta de Valencia, amenazadas por la expansión urbana de la ciudad y las nuevas vías de circunvalación de la misma. Estas devoran de forma insensible para la mayoría de los urbanitas un patrimonio único e irrecuperable, que comprende tanto un paisaje agrícola que se degrada, como unos modos de vida y una cultura popular que se extinguen ante la indiferencia general.

La alquería gótica del Moro en Benicalap, incluida en la Lista Roja (foto de 1975)
Como se ve, los riesgos para el patrimonio provienen tanto de la pobreza y el abandono que impide su sostenimiento, como de la excesiva riqueza. Esta cuando va unida a la falta de sensibilidad y cultura conduce a intervenciones excesivas sobre el mismo o que directamente pasan por encima de él  en una búsqueda del desarrollo a cualquier precio.

Si queréis consultar la lista, aquí tenéis el enlace:


La actividad de Hispania Nostra tambiéns se extiende a la edición de una revista que se puede consultar "on line" y que aconsejamos a todos aquellos interesados en patrimonio arquitectónico. Tiene un formato muy cómodo de lectura y de momento lleva publicados cuatro números. Para consultar la web de Hispania Nostra, usar el siguiente enlace:

                                                             Hispania Nostra

                          Home

domingo, 5 de febrero de 2012

DE CUANDO LA LONJA DE VALENCIA VIAJO A LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE CHICAGO (1893)



Una vista del  pabellón español de la Exposición Universal de Chicago. Al su lado, el pabellón alemán.
En 1893 se celebró en Chicago la Exposición Universal para conmemorar el IV Centenario del descubrimiento del Nuevo Mundo. Fue la más importante de todas las que se celebraron en América y tuvo una gran influencia posterior en el planteamiento urbanístico de numerosas ciudades americanas. Participaron 19 países y el éxito de público fue colosal, ya que atrajo a  27 millones de personas (casi un cuarto de la población estadounidense). Pese a esta masiva afluencia, la exposición estuvo a punto de arruinarse, debido a sus cuantiosos gastos (como se ve, nada nuevo bajo el sol).  

Dentro de los pabellones internacionales uno de los más singulares era el de España. Curiosamente, en una época en la que por influencias del romanticismo y el exotismo, todo lo español se asociaba a la herencia árabe (recuerdese el éxito de los "Cuentos de la Alhambra" de Washington Irving), el gobierno español se decantó por enviar una muestra del gótico civil de la Corona de Aragón 

Un detalle del mapa oficial de la Exposición. El pabellón español, empequeñecido al lado del grandioso pabellón alemán (no en vano Alemania aspiraba a convertirse en la primera potencia mundial). Sorprende el pabellón de Haití, de una opulencia hoy inimaginable en aquel país.
Las obras fueron dirigidas por el prestigioso arquitecto valenciano Rafael Guastavino. Se pensó que dado el gran conocimiento que tenía sobre la construcción de bóvedas (las famosas bóvedas de Gustavino en Nueva York), era el más capacitado para levantar las réplicas de las del Salón Columnario.

El edificio del Consulat del Mar adosado al original, no se construyó, por lo que hubo que inventarse una fachada lateral, que es la que se muestra en las fotos.

La Lonja de Valencia a finales del S. XIX. Nótese que el torreón central aun no se ha rematado con las almenas neogóticas
En el interior del Pabellón lo valenciano se potenció. Colgaban obras de Muñoz Degrain, Agrasot  y Sorolla, que además recibió una medalla conmemorativa. Esta obra ha sido muy estudiada por el erudito valenciano Josep Vicent Boira, que sostiene la hipótesis de que los planos originales de la Lonja se emplearon para esta reconstrucción y se extraviaron posteriormente.

Otra foto de la réplica de la Lonja

lunes, 21 de noviembre de 2011

EXPOLIO Y PERDIDA DEL PATRIMONIO ARTISTICO ESPAÑOL: TRES MOMENTOS TRAGICOS

Es indudable, que España es junto a Italia y Francia, de los paises que más património histórico artístico atesora de Europa. Sin embargo, este podría ser hoy mucho mayor de no haberse producido acontecimientos lamentables en nuestra historia, que a veces de manera innecesaria y vana, lo han mermado de manera notable. El odio y la guerra, la incultura, la codicia  y la dejadez de las oligarquías y la barbarie de las masas, se han unido a menudo contra el interés común y al final no cabe sino decir que a veces tenemos lo que  desgraciadamente nos merecemos.

En nuestra larga historia, la pérdida y expolio ha sido una constante (como en la mayoría de las naciones). Sin embargo hay tres momentos trágicos en los que estos hechos se han acentuado. Son los siguientes:

1 - 1808 / 1814: LA GUERRA DE INDEPENDENCIA CONTRA NAPOLEON


Toda guerra que se extiende por un territorio deja detrás de sí un inevitable rastro de destrucción. En nuestra Guerra de Independencia se luchó por todo el país, produciéndose el sitío de numerosas poblaciones que casi quedaron arrasadas (Zaragoza, Gerona ), con la pérdida de valiosos edificios.

A estas destrucciones se sumó el pillaje de obras de arte llevado a cabo por Napoleón en su intento de crear en París el Museo Napoleónico.  Este albergaría todas las obras de arte saqueadas durante sus campañas por Europa. Numerosas pinturas fueron llevadas allí para no volver. Igualmente la oficialidad y las tropas francesas (y en menor medida también las inglesas) robaron todo aquello que juzgaron de valor y pudieron llevar consigo. 

La "Inmaculada de Soult" de Murillo.  Durante la Guerra de Independencia fue expoliada y llevada a Francia por el mariscal Soult en 1813; para el Museo Napoleónico. Expuesta casi durante un siglo en el Louvre, ingresó en la colección del Museo del Prado tras un intercambio de obras de arte con el gobierno francés en 1941
Una manifestación artística que sufrió especialmente fue la orfebrería. Custodias monumentales, cruces procesionales, arcas,  etc.. fueron robados, requisados y fundidos  por uno y otro bando para transformar en lingotes o monedas sus metales preciosos (Así  pasó con el antiguo Retablo Mayor en plata de la Catedral de Valencia, fundido en Mallorca en 1812)
Actual Custodia de la Catedral de Murcia. Este tipo de obras en plata y oro eran una fuente fácil de enriquecimiento ilícito  o financiación del esfuerzo de guerra. 
Igualmente triste fue la desidia en la recuperación del patrimonio mostrada por las autoridades legítimas españolas. Ejemplo claro es el desinterés por hacerse cargo del tesoro en obras de arte con el que José Bonaparte trataba de escapar a Francia. Recuperado por Wellington, éste esperó infructuósamente una respuesta de las autoridades españolas para restituir las obras.  Al final, todo este patrimonio, que contenía más de 100 obras de primerísimos maestros, fue regalado "graciosamente" al duque por Fernando VII. Hoy estos cuadros forman hoy el núcleo principal de la colección de Wellington en Aspley House. Hay obras de Velazquez (4), Murillo, Zurbarán Ribera, Rubens, rafael, Tiziano, Corregio, etc...
"El aguador de Sevilla", de Velazquez, obra porcedente del equipaje de José I, hoy en Aspley House, mansión del Duque de Wellington


Si deseas conocer más información en detalle sobre el saqueo de obras de arte durante la Guerra de la Independencia, aconsejo el siguiente enlace:



 2- LA DESAMORTIZACION DE MENDIZABAL (1836)

La desamortizaciónes fueron un intento de modernizar España, llevado a cabo por los distintos gobiernos liberales durante el S. XIX.  La más conocida es la que realizó Mendizabal en 1836. Significaban la expropiación forzosa y subasta pública de todos aquellos bienes que las "manos muertas" principalmente la Iglesia, habían acumulado a lo largo de siglos, por herencias, donaciones, etc.. No lograron su objetivo, ya que debido a la corrupción, fueron oligarcas y latifundistas los únicos que pudieron acceder a su compra. A cambio significó el abandono y ruina de monasterios, iglesias conventos. Muchos fueron derribados para emplear sus materiales para obras nuevas o aprovechar el solar.  Otros sufrieron usos completamente  ajenos y perjudiciales (almacenes, fábricas) y a los más simplemente se les dejo caer en la ruina.

Junto con los edificios desaparecieron también gran cantidad de libros, códices, cuadros, etc... que o bien fueron vendidos en el extranjero, o se perdieron al desconocer sus nuevos dueños el valor de los mismos
El Monasterio de la Valldigna, en la Comunidad Valenciana. Desamortizado en 1836, su interior  llegó a ser utilizado como campo de naranjas, establo y almacén. Se llegó a introducir maquinaria pesada e incluso se emplearon  explosivos en el interior. (foto y referencias J.Diaz  Arnal)

Interior de la iglesia del Monasterio. Comprado por la Generalitat en 1991, se iniciaron de inmediato las obras de rehabilitación, que lograron salvarlo de la ruina inminente (foto y referencias J.Diaz  Arnal)
Según las leyes desamortizadoras, todos los bienes artísticos que contenían los edificios pasaban a ser custodiados por el estado. En la práctica esto apenas ocurrió. Los retablos fueron desmembrados, las  obras de arte pasaron a terceras manos que a su vez los revendieron hasta que se perdió su pista. Muchas salieron  fuera del país. En su conjunto, las desamortizaciones supusieron un fracaso como intención modernizadora y una pérdida irreparable de monumentos y obras de arte, que desaparecieron en su mayoría para no volver jamás
El Monasterio se Santes Creus en Tarragona. otra víctima de la desamortización, que logro ser rescatada de la ruina que padeció durante el S. XIX:

Para conocer más detalles sobre el expolio que supuso la desamortización se pueden consultar las actas de un simposio sobre este tema en el siguiente enlace:

Cosultar actas sobre el expolio artistico causado por la Desamortización

Valencia era una ciudad conventual, pródiga en establecimientos religiosos de este tipo. Si quieres conocer los conventos valencianos, que fueron afectados por la desamortización, puedes consultarlo en el siguiente enlace:

Los conventos afectados por la Desamortización de Mendizabal en Valencia


3-  REVOLUCION Y GUERRA CIVIL (1936 /1939)

Especialmente triste es el caso de los innecesarios incendios provocados por las masas incontroladas en los primeros días que sucedieron a la rebelión miliar del 18 de Julio. Enfevorecidas por el odio y el miedo, las multitudes entraron en los templos, donde tras saquearlos, incendiaron su interior con todosu contenido.

Solamente en Valencia ciudad, la lista es desoladora. El recién constituido Museo de Arte Sacro en el Palacio Episcopal ardió hasta los cimientos. Todo su contenido, que se había seleccionado cuidadosamente entre lo mejor de las iglesias de la Diócesis se perdió. Numerosos templos ardieron, quedando arruinados más allá de lo recuperable, acabando derribados (San Bartolomé). De las que sobrevivieron, la mayoría perdieron sus valiosísimos retablos, pinturas murales, etc. Ofrecien hoy un extraño aspecto interior, descabezado y frío por la ausencia de sus retablos o su sustitución por obras modernas de desigual fortuna. La lista es muy larga: la Catedral, el Carmen, Santos Juanes, San Juan de la Cruz, San Martín, San Juan del Hospital, etc.. Todas ellas poseían un patrimonio artístico riquísimo y hoy solo son sombra de lo que fueron. También se perdieron casi todos los archivos parroquiales, fuentes valiosísmas para la investigación histórica.

Para conocer la lista completa de templos dañados, se puede consultar el siguiente enlace:

 Enlace a la lista de obras de arte religioso dañadas durante la guerra

Interior de la Iglesia de los Santos Juanes en Valencia, antes del incendio que sufrió en 1936. Era el templo más rico de Valencia 

Interior destrozado tras el incendio provocado en 1936

El abside con un altar provisional y  la bóveda pintada por Palomino, calcinada.

Interior del ábside hoy en día. El retablo se sustituyó por otro traído de un pueblo de Soria, valioso pero que se pierde en el mismo. Las pinturas, completamente desaparecidas.
A esto hay que añadir los daños producidos por las operaciones militares y los bombardeos que el bando rebelde efectuó de forma indiscriminada sobre numerosas poblaciones.

Detalle de los daños causados en Valencia por los bombardeos nacionales

Daños causados por las bombas rebeldes en la Iglesia de Santa Catalina (Valencia)
Queda por reseñar en una futura entrada lo que ha significado el periodo de 40 años comprendido entre 1940 y 1980 para el patrimonio histórico artístico. Pero será en otro momento. Quien quiera profundizar más en éste tema, pueden consultar el siguiente enlace:

Dispersión y destrucción del patrimonio artístico español

                                                               
                                                          JOSE PAYA ZAFORTEZA

viernes, 11 de noviembre de 2011

MAS SOBRE LA PROTECCION DE LAS PINTURAS DE LA LUZ: ¡OJO CON LAS ACUARELAS!

De todas las técnicas artísticas, la acuarela es la más sensible a los efectos de la luz. Una acuarela, a medida que va acumulando tiempo de exposición, se va decolorando casi imperceptiblemente. Es al cabo de los años cuando se percibe con claridad que ha perdido su viveza de colorido original y se va agrisando. El efecto es tan notable que muchos acuarelistas de hoy imitan erróneamente en sus obras actuales ese agrisamiento propio de las acuarelas antiguas. Creen así que emplean la paleta de colores original de un acuarelista famoso. Sin embargo, es un error, ya que esas acuarelas en realidad han perdido la frescura de su color auténtico. 
Una acuarela original, antes de ser sometida en una cámara a una exposición intensiva a rayos ultravioleta.

La misma acuarela tras un periodo de exposición en la cámara. la pérdida del colorido original es evidente 
Esta fragilidad de la acuarela es tan notoria, que las marcas que fabrican pinturas a la acuarela, clasifican sus gamas de colores en función de su grado de transparencia y  de resistencia la la luz , que va de permanente, resistente a la luz, medio,  fugaz o extremadamente fugaz.  Además hay que tener en cuenta que el papel de acuarela también es muy sensible a los efectos de la luz, amarilleandose y perdiendo elasticidad. 
Acuarela original de Girtin, uno de los grandes acuarelistas ingleses del S. XVII, en la que se observa claramente el agrisamiento general del color.

La conclusión es que es imprescindible proteger a las acuarelas de los excesos de iluminación. Quien visita una galería de acuarelas o pasteles en un museo, lo primero que le llama la atención es la iluminación tan atenuada que hay  en  la sala, precisamente para evitar esos deterioros. Obviamente en nuestra casa no podemos estar a oscuras, pero si tomar algunas precauciones (protegerlas de  los rayos solares, nada de focos ni luces intensas) para evitarnos algún disgusto posterior.

                                                                   JOSE PAYA ZAFORTEZA

lunes, 7 de noviembre de 2011

COMO CONSERVAR OBRAS DE ARTE EN CASA (2): CONTROLAR LA HUMEDAD Y LA TEMPERATURA

La conservación de nuestro patrimonio en el hogar es un tema al que conviene prestarle un mínimo de atención para evitar luego males  mayores
Siguiendo con el tema de cómo conservar nuestros cuadros en casa, vamos a ver que hacer con los cambios extremos de temperatura y humedad. Estos conviene evitarlos, ya que provocan dilataciones y contracciones en los lienzos, que acaban provocando abolsamientos, arrugas y la aparición de craqueladuras (esa pequeña red de grietas frecuentes en los cuadros antiguos) en la superficie del cuadro.

Craqueladuras causadas por la contracción y dilatación del lienzo a lo largo de los años
  QUE HACER CON LA HUMEDAD

Es conveniente mantener una humedad relativa y temperatura moderadas y estables. Para pintura de caballete, el nivel óptimo de humedad relativa es del 40 por ciento, En cuanto a la temperatura ideal de conservación,  19 ºC. Ya que estas condiciones a veces son dificiles de lograr en casa,  es aconsejable al menos:

-         No colocar pinturas cerca de fuentes de calor intenso (radiadores, chimeneas, etc…).
-         No colocar la pintura bajo el flujo directo de un aparato de aire acondicionado, ya sea de frío o calor.
-        La humedad excesiva provoca la aparición de hongos y mohos. Si en casa hay este problema, no colgar el cuadro cerca de esta zonas
-      Otra forma de prevenir los mohos es creando una corriente de ventilación en la trasera del cuadro. La forma de hacer esto es colocando dos pequeñas alcayatas en los extremos inferiores del marco, de forma que el borde inferior de este no toque la pared y permita su ventilación constante.
-       No colgar una pintura original en un cuarto de baño (salvo que uno sea tan hortera como Roca, claro). Los frecuentes excesos de humedad no tardarán en dañarlo.

Reverso de un lienzo mostrando la acción de hongos por exceso de humedad
 En zonas costeras, sótanos y plantas bajas, la excesiva humedad favorece el desarrollo de mohos que llegan a producir decoloración y descomposición. Hay que tratar de evitar almacenar o colgar pinturas en esas zonas.  

HUMOS DOMESTICOS

Tratar de evitar la  presencia de humo frecuente en la habitación donde esté colocada su pintura. Afortunadamente cada vez se fuma menos.  Si no podemos evitarlo, como mínimo:

-     No colgar el cuadro sobre una chimenea que se use.  Es el mejor método de ver como en pocos años se oscurece y toma un hermoso color negro.
-      No colgar un cuadro en la cocina. Los humos y grasas de la cocción se depositaran en la superficie del cuadro, que adquirirá una agradable textura pegajosa

                                                        LA CONTAMINACION
Capa de contaminación sobre Madrid
Un agente destructor tan dañino como la luz es la polución atmosférica. El dióxido de azufre procedente de la contaminación tiene una corrosividad que ataca  a los barnices de los cuadros. Si vivimos en zonas con mucho tráfico, lo podremos notar en la mayor cantidad de polvo que se acumula en nuestras casas y en la superficie de los cuadro. también en ocasiones se puede acelerar el amarilleamiento de algunos barnices.

                                                         JOSE PAYA ZAFORTEZA

miércoles, 2 de noviembre de 2011

ALGUNOS CONSEJOS PARA CONSERVAR NUESTROS CUADROS Y PINTURAS (1): PROTEGERLOS DE LA LUZ

Imagen de Santa Ana,sometida a un proceso de limpieza en nuestro taller. El fuerte amarilleo de la superficie es debido a una oxidación de barnices, acelerada por la exposición a la luz solar

Muchas veces no sabemos como conservar las obras de arte que tenemos en  casa. Lo que es bueno y lo que es malo para ellas.  Por ello vamos a daros algunos consejos, fruto de nuestra experiencia. El primero tiene que ver con la luz, tanto la artificial como la natural. Por extraño que parezca, el exceso de iluminación es uno de los mayores peligros para la conservación de la pintura.  Esto es debido a  la radiación ultravioleta presente en la luz solar y artificial. Por ejemplo, los efectos de la luz sobre los ingredientes de las pinturas al óleo son muy evidentes: se produce la decoloración de los barnices, su craqueladura y descomposición, además de un descenso en la intensidad cromática, degradando los colores y apagando su  fuerza.

Por ello, teóricamente, la forma más perfecta de conservar una obra de arte sería la de no exhibirla o guardarla en recintos especialmente construidos a prueba de toda luz. Como esto es un poco radical,   podemos  encontrar un término medio con un límite de seguridad que permita su contemplación en casa sin riesgos. Por eso os aconsejamos:

Evitar por cualquier medio ( cortinas, stores, etc..) que los cuadros estén expuestos a la luz solar directa.   Si            es necesario, hay que  plantearse cambiar su ubicación.

Huir de los típicos foquitos que iluminan de forma constante al cuadro. Además de que es muy retro y ya no se lleva nada, suponen un aporte de luz y calor indeseable para el lienzo.

Lo ideal sería iluminar los cuadros de forma indirecta. De esta forma también evitaríamos los brillos molestos que provoca el barniz protector de la pintura.

Las pinturas a la acuarela y el pastel son delicadísimas, por lo que tienen que recibir muy poca luz y nunca directa, ( 60 lux máximo). La vulnerabilidad de estas técnicas a la luz es muchísimo mayor que la de los óleos y acrílicos ( 150 – 200 lux de iluminación aconsejable ). Como no creo que tengáis un luxómetro en casa (o sea, el aparato que mide la luz), lo que hay que hacer es evitar sobre ellas todo tipo de luz fuerte.

En la próxima entrada hablaremos sobre la influencia de la temperatura y la humedad en las pinturas. 

viernes, 17 de junio de 2011

EL VOLUNTARIADO INGLES PARA EL PATRIMONIO: ALGO A IMITAR

La catedral de Exeter

El verano pasado, vagabundeé con mi familia durante diez días por el sur y el centro de Inglaterra. Para un “adicto” a las catedrales como yo, conocer de primera mano el gótico inglés y curiosear el mayor número posible de iglesias, era uno de los principales objetivos del viaje. El caso es que logré poner a dura prueba la paciencia y buena voluntad de mi mujer y mis hijos, haciéndoles visitar una ristra interminable de monumentos (Salísbury, Exeter, Lincoln  y un montón más que ya ni yo recuerdo).

Durante este pergrinaje, hubo algo que empezó a llamarme poderosamente la atención. Catedral a la que fuéramos, siempre éramos atendidos, guiados y aconsejados por un venerable equipo de dignas damas y caballeros. Bien acreditados, daban la sensación de ser una especie de voluntariado que gratuitamente prestaba tiempo y esfuerzos para lograr que disfrutasemos la arquitectura y demás riquezas que atesoraba “su” catedral, de la que estaban manifiestamente orgullosos.
Voluntaria arreglando un centro de flores
Organizados en equipos, limpiaban del templo, cambiaban flores, eliminaban el polvo de sepulcros y esculturas y bordaban cojines para los fríos bancos de piedra. Igualmente cobraban la entrada, guiaban a los visitantes, atendían la tienda de recuerdos y se ocupaban de cualquier iniciativa que sirviese para recaudar fondos destinados al mantenimiento del templo.

En suma, todo un laborioso ejercito de voluntarios, que por simple amor a su patrimonio, no dudaban en dedicarle un día a la semana, a la quincena o al mes. Su único pago era nuestra admiración e interés.
Interior de la catedral de Exeter 
Esto me pareció uno de los principales triunfos del “sistema” inglés. Lograr generar en la gente ese sentimiento de responsabilidad compartida. Todos ellos vivían su patrimonio cultural e histórico como algo propio y se sentían comprometidos personalmente con su conservación, mejora y buen mantenimiento.

No puede menos que venirme a la cabeza lo distintas que son las cosas aquí en España. Salvando los pueblos, donde los asuntos que corresponden a la iglesia parroquial se sienten como algo propio, en las ciudades prima más bien la indiferencia. Todo lo relacionado con un edificio principal como es la Catedral, se percibe como algo lejano, distante, “de lo que se ocupan los curas”. Nadie se siente en absoluto corresponsable por lo que ocurre ahí dentro, salvo para criticar o lamentarse. Raramente se arrima el hombro para un esfuerzo común o se crean iniciativas para favorecer la participación ciudadana en la gestión y mantenimiento de ese patrimonio. 
Guías voluntarios de la catedral de Exeter
No se si es que la iglesia anglicana ha logrado tener una mayor cercanía con sus fieles, mientras que la jerarquía católica ha mantenido cierto distanciamiento Los párrocos y obispos ha tratado históricamente el patrimonio como algo exclusivamente suyo, del que no tenían que rendir cuentas a nadie. También entre el mundo de la cultura y la gente joven hay cierto rechazo hacia la Iglesia católica por sus posturas conservadoras que se asocian  a un pasado poco grato

Esto, unido a la falta de sentido cívico con que nos distinguimos en España y nuestra incapacidad para aglutinarnos a favor de algo, pone las cosas más difíciles. Sobre todo en una crisis como la actual, en la que  nuestro  patrimonio tiene problemas para financiar conservación.
Otro venerable y orgulloso guía
Unos y otros estamos acostumbrados a recurrir siempre a la vía de la subvención estatal o autonómica para restaurar o mantener algo, pero no somos capaces de articular mecanismos que puedan de forma gratuita y voluntaria ayudar este mantenimiento.

Lo cierto es que nuestras catedrales nos pertenecen a todos. Se edificaron con el esfuerzo de los ciudadanos y hasta no hace mucho fueron el orgullo y principal edificio de las ciudades. Son de la Iglesia  pero también son nuestras

Todos debemos poner de nuestra parte. Hay que lograr que la gente lo viva como algo propio, de cada uno. En España, el voluntariado dedicado al las ONGs funciona muy bien. Este tipo de iniciativa se podría trasladara anivel municipal y a otros ámbitos.
Catedral de Lincoln. Foto tomada por el equipo de fotógrafos voluntarios de la Catedral
Conocer es amar, es despertar inquietudes, sembrar e ir generando una ola que poco a poco lograse invertir la marea de indiferencia que en general sentimos en España ante el arte. Igualmente puede ser un cauce estupendo  para aprovechar la energía y las ganas de mucha gente mayor que todavía tiene mucho que aportar y que hacer.

                                                               JOSE PAYA ZAFORTEZA

martes, 10 de mayo de 2011

TODO UN PALACIO NAZARI EN LA CANAL DE NAVARRES

Salón principal del Palacio de Cervelló,  Anna.
Anna es un apacible pueblo del interior valenciano, un poco apartado de todo y de todos. El bello cañón del río Sellent, sus fuentes y la famosa laguna de Anna, hacen de él un lugar agradable para una excursión dominguera que se quiera rematar luego con una buena paella.

El pueblo en sí es grato de pasear, sin buscarle mayores pretensiones. Cruzado por varios canalillos de agua y fuentes, no cuenta casi con ningún hito arquitectónico especial, más allá de la tradicional iglesia. De su pasado, solamente queda el viejo y hasta hace poco semi ruinoso Palacio de los Condes de Cervelló, que languidecía asomado al cañón del río.
Vista exterior del Palacio reconstruido
El palacio es un gran caserón vestigio del pasado de Anna, que fue capital del condado. Tras pasar por diversas manos y vicisitudes, había caído en el abandono, amenazando desmoronarse. De hecho, varios vecinos pensaron que ya puestos, lo mejor sería derribarlo y hacer en el solar una plaza pública para las verbenas y fiestas.

Lo que no contaban es que Fernando, el alcalde, tenía planes muy distintos. Con una energía y un dinamismo poco común, ideó un programa de actuaciones en el palacio que inmediatamente puso al pueblo en ebullición. Pronto hubo admiradores declarados del proyecto, así como acérrimos enemigos, cosa por otro lado habitual en todo pueblo que se precie.

Partiendo del edificio original, el alcalde ideó restaurar el palacio recreando los ambientes representativos de las tres épocas históricas más importantes de Anna: musulmana, renacentista y barroca. Así, los visitantes de la laguna y los parajes de alrededor, entrarían también en el pueblo, visitarían el palacio y de paso se dejarían también algunos dineros en los comercios y bares locales.

Sala gótica, con el retablo renacentista.
Como empresa de restauración y creación, tuvimos la suerte de ser contratados para realizar la reconstrucción de las sala gótica (donde  realizamos un retablo al estilo de Juan de Juanes) y la barroca (aquí creamos toda una nueva decoración y un mural). Y pudimos contemplar en directo el surgimiento de una de las recreaciones arquitectónicas más singulares que  hemos visto: el pabellón musulmán

Palacio Cervelló de Anna: el patio 
La recreación del ambiente fue el fruto de las visitas a Marruecos del impetuoso e imaginativo alcalde y su contrapeso, el inefable y pausado Vicente, técnico municipal de urbanismo. Así, poco a poco surgió un auténtico palacio de las mil y una noches, repleto de artesonados, tracerías y policromías, que dejó empequeñecido a todo lo demás. Con un patio al estilo de la Alhambra, adornado con una fina galería  de  columnas de mármol, lacerías y vidriados. Estanques, surtidores y una cuidada vegetación completan un efecto bastante sorprendente para el que entra. 

Vista del patio desde la entrada principal
La pieza más llamativa es el exquisito salón principal, donde uno se puede imaginar contemplar la Alhambra o el Alcazar de Sevilla en todo su esplendor.  Desviar la mirada al techo es marearse y dejarse arrastrar por un vértigo de formas y colores, donde no hay apenas un espacio sin decorar.

El salón principal
Todo el artesonado fue pintado a mano por artesanos marroquíes, que lo realizaron en su tierra y posteriormente se desplazaron ex profeso a Anna para montarlo "in situ", lo mismo que los zócalos de azulejería y las tracerías de los muros.Un gran ventanal se asoma al cañón del río Sellent, completando un efecto que pese a la exuberante decoración, es elegante y grato. 
Detalle de los acabados de la sala musulmana. Todo fue pintado a mano en Marruecos y montado pieza a pieza en Anna 

Otra vista de la sala
Podrá estarse de acuerdo o no con la recreación realizada, encontrar justificable o no el gasto, pero desde luego no cabe duda que el resultado es algo único. Quizás ese dinero podrías haberse empleado en otros fines más sociales o necesarios. No cabe duda. Pero el hecho es que el palacio está aquí y es una singular aportación al patrimonio de Anna. 
Detalle del espectacular artesonado pintado a mano
Es posible que haya en el conjunto algunas estridencias. Se puede opinar que el pabellón árabe es una extravagancia cuya armonización con el resto del edificio, de origen medieval, es discutible. Yo creo que lo que se debe hacer es dejar que el tiempo haga su obra. Permitir que todo lo nuevo vaya adquiriendo la pátina que dan los años. Por si solas, se irán suavizando algunas discordancias y se producirá la integración de todo el conjunto. En el paso de una o dos generaciones, el palacio será un "capricho" arquitectónico y decorativo, que suscitará admiración e interés, al igual que hoy en día nos la producen las recreaciones neogóticas de nuestros abuelos.
Techo de  la entrada de acceso
Hoy otros tiempos han llegado. Cambió el equipo municipal y tras una larga lucha el cáncer se llevó a Fernando, el alcalde. Mientras tanto, el fascinante palacio nazarí, aunque ya concluido en su totalidad, vive un estado semi aletargado. Su mantenimiento ha resultado ser más costoso de lo esperado, hay humedades en el patio y la crisis, como a todos, pasa factura en el pueblo. El gran pabellón sirve hoy como escenario de las bodas civiles, mientras que la colección etnográfica dormita en los sótanos esperando fondos para su restauración. 

Por eso os digo: ir a Anna. Pasad por el ayuntamiento y preguntar por Pepita. Ella os enseñará el Palacio. Hacerle preguntas, pasearlo y manifestar vuestra sorpresa y admiración. Lograréis que el brillo asome a sus ojos. Luego tomar un aperitivo en alguno de los bares del pueblo, callejear y dejaros embargar por esa sensación de silencio y  tiempo detenido que emanan los buenos pueblos. En algún sitio, Fernando sonreirá satisfecho.

Vista del patio con el pabellón árabe
                                             JOSE PAYA ZAFORTEZA