BUENO, PUES VA Y RESULTA QUE AL FINAL, YO TAMBIEN PINTO

Recientemente he vuelto a pintar después de seis años de ausencia, debido a las responsabilidades laborales y familiares (dos mellizos, que se dice pronto). Pero bueno, el hecho es que como estoy contento pues permitirme compartir con vosotros el proceso de un cuadro. Soy un pintor que trabaja con acrílico (su velocidad de secado es fundamental para mí), con mancha directa y sobre fondo texturado. 

Esta es la foto original de la que partí, tomada durante una visita de la escuela Gaia a Cuenca. Me gusta la vista del cañón y el dibujo sinuoso que realiza en la parte inferior. También me atraen las paredes rocosas que se ven.

Hora: 06.00. Todavía es de noche. Me acabo de levantar y pese al sueño, decido aprovechar para tratar de pintar. Lo primero que hago es aplicar una capa de imprimación almagra que me proporcina un color de fondo atractivo. Sobre él, realizo con el pincel un dibujo muy somero de las líneas principales de la composición y enseguida, impaciente, comienzo a aplicar manchas de color directo.

Hora: 07: 15. Esto va viento en popa. Me sirvo un café con leche y continuo manchando sin parar. Como podéis suponer, yo pinto "a la prima", es decir, a toda velocidad.  Voy aplicando manchas de color y dejo que sean ella las que vayan conformando la composición. Nunca he sido capaz de realizar dibujos  previos minuciosos, porque prefiero medir el efecto  global del cuadro, por la suma de manchas de color y luces y sombras.

Hora: 08:30: Empiezo a definir el plano inferior, donde poco a poco va apareeciendo el dibujo de las paredes del cañón. Tiene ya poco que ver con el de la foto, pero a mi me dá igual. Lo que importa es el efecto global  del cuadro, no que se parezca más o menos al cañón de Cuenca. No sé por qué, siempre me cuesta mucho introducir verdes en mis cuadros. Por eso decido conscientemente esforzarme y empiezo a aplicar varias manchas de verde aquí y allá, tratando de medir el efecto.   

Hora: 10:40: el cuadro está prácticamente terminado,. Observad como puedo resultar un buen pintor pero un mal fotógrafo. Cada una de las fotos sale con un color general diferente. Está,  como además está realizada con luz rasante, muestra la peculiar textura de la tabla.